Chile
Goldcorp y Teck anunciaron en agosto un joint venture para fusionar en una nueva firma sus participaciones en El Morro y Relincho, lo que permitió reflotar ambas iniciativas. Una jugada audaz en medio de un ambiente más bien conservador.
Miércoles 11 de Noviembre de 2015.- En tiempos en que todo parece cuesta arriba para las empresas de la minería, un proyecto despunta con un brillo especial. Se trata de Corredor, iniciativa conjunta de Teck Resources y Goldcorp que permitirá materializar dos importantes desarrollos que estaban suspendidos en la región de Atacama, en la zona norte de Chile; y que hasta la fecha de este anuncio veían escasas posibilidades de concretarse: El Morro y Relincho.
Ubicado en las cercanías de Vallenar, Relincho fue concebido para explotar un sistema porfídico de cobre/molibdeno y su diseño contempló inicialmente una planta concentradora con una capacidad potencial de procesamiento de 650.000 toneladas por año, durante los primeros cinco años de producción. Dentro de la infraestructura necesaria, además, estaba previsto un muelle para embarcar la producción y una tubería de más de 120 kilómetros para el transporte de agua de mar, con 3 estaciones de bombeo. Para ello se invertirían cerca de USD 4.500 millones.
Aproximadamente a unos 40 kilómetros de distancia, El Morro, consideraba la construcción de una mina a cielo abierto, y una planta para para producir concentrado con contenido de cobre y oro. La producción promedio estimada para la operación también era de unas 650.000 toneladas por año, luego de una inversión de casi USD 3.900 millones, que también consideraban el traslado de agua desde una planta desalinizadora en la zona de Punta Totoral, mediante una cañería de más de 190 kilómetros; señala la ficha disponible en la Base de Proyectos de Portal Minero.
En el papel, dos importantes iniciativas, que sin embargo enfrentaron diversas dificultades durante su desarrollo, hasta quedar prácticamente descartadas.
Como explica Horacio Bruna, hoy director ejecutivo del nuevo proyecto Corredor y cercano al proyecto El Morro por su trayectoria en Goldcorp, “la decisión de retirar el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto fue el resultado de la incertidumbre causada por la decisión negativa de la Corte Suprema de Justicia”, que acogió un recurso de comunidades diaguitas en el que estas reclamaban vicios en la tramitación ambiental. Uno de los principales ruidos que generaba la iniciativa era la ubicación del tranque de relaves en la cuenca del río Huasco, explica el ejecutivo: “aun cuando su ubicación era excelente y fue aceptada en la Resolución de Calificación Ambiental, tenía una percepción negativa ante las comunidades locales”
En cuanto a Relincho, Amparo Cornejo, directora de Asuntos Públicos y responsabilidad Social de Teck, explica que la firma decidió postergar el proyecto “debido a las condiciones de mercado”. “Fue una decisión de la empresa en cuanto a la priorización de su asignación de capital”, dice y comenta que, de todos modos, se continuó trabajando en estudios para mejorar su valor.
La buena noticia de Corredor
Lo cierto es que, por tiempo indefinido, la región de Atacama comenzó a asumir en el transcurso de 2014 que dos importantes iniciativas no debían ser consideradas a corto plazo en su cartera de inversiones mineras, sumando una nueva noticia negativa para el desarrollo de la industria en la región, como las que ya se conocían respecto del desarrollo de Casale y Pascua-Lama.
En ese contexto, la noticia de que Goldcorp y Teck habían definido desarrollar un nuevo proyecto en conjunto, fusionando ambas iniciativas; no puede sino ser bien recibida.
“Son dos proyectos emblemáticos” y que se unan para desarrollarse en conjunto “tiene muchos beneficios para los dueños de ambos proyectos”, comentó en conversación con portal Minero el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno. “Por donde se mire esto tiene beneficios para todos. Para los dueños porque requiere menor inversión, y para la comunidad porque probablemente el impacto ambiental va a ser menor también”, explica la autoridad.
En efecto, como explicaron ambas compañías al anunciar la noticia a finales de agosto, Corredor favorecerá un importante ahorro en los montos de inversión. “Será muy eficiente desde el punto de vista del capital, lo que generará un ahorro muy significativo para ambas empresas”, señalan desde la administración del nuevo proyecto”, y explican que, además, se debe considerar que la vida útil de la mina será más prolongada: se estima que al menos unos 32 años, en función de las reservas probadas y probables, y con el alcance de extensiones adicionales “por el potencial de exploración que existe en toda la propiedad combinada”.
“Esta eficiencia de capital, particularmente en un momento en que los precios de los commodities están a la baja, es muy relevante para concretar proyectos de esta magnitud”, explican.
Por otro lado, señala el subsecretario Moreno, se espera un “gran impacto” para Atacama, ya que “se movilizará una cantidad importante de mano de obra para la construcción, pero también más adelante, durante la operación”. “Para la región es una muy buena noticia”, asegura la autoridad.
En concreto, se estima que el desarrollo de Corredor permitirá la creación de unos 4.000 empleos directos durante su construcción, y aproximadamente 1.400 durante la operación. Junto con ello, la administración del proyecto planea implementar un programa de inversiones con la comunidad local centrado en educación, salud y desarrollo comunitario.
Una buena señal
Más allá de ello, en todo caso, también es importante lo que transmite el anuncio. “Para el sector es una muy buena señal”, señala Moreno. En la misma línea, el director ejecutivo de Corredor, Horacio Bruna, destaca que “esta manera distinta de enfocar el negocio ha permitido compartir el riesgo, minimizar la infraestructura y hacerlos posibles”.
“Creo que es una gran oportunidad y al mismo tiempo un desafío poder partir este proyecto con una nueva manera de relacionarse con las comunidades, con una activa participación desde el primer día, creando lasos de confianza y entendimiento mutuo que beneficien a todos”, señala.
Amparo Cornejo, de Teck, va más allá y asegura que “la unión de dos proyectos es un nuevo modelo para el desarrollo minero”. “De esta manera no solo se optimiza el uso de capital, sino que también se mitiga considerablemente el impacto ambiental e incrementan los beneficios para la comunidad”, explica; y asegura que, en este sentido, el nuevo proyecto Corredor “está inaugurando una nueva manera de trabajar en minería”.
Después de analizarlo profundamente y visualizar posibles sinergias, señalan los representantes de ambas firmas, llegaron a la conclusión de que la unión de ambos proyectos era el mejor camino para lograr concretar una iniciativa atractiva tanto para los accionistas como para la comunidad. “Analizado el mercado minero nacional e internacional, vemos que Chile sigue siendo uno de los principales países para invertir en minería en el mundo, por lo que la idea de unir ambos proyectos resultó ser muy atractiva”, explican.
Las fórmulas
¿Cómo se concretará entonces el nuevo proyecto? Desde Teck y Goldcorp señalan que equipos multidisciplinarios de ambas compañías han trabajado juntos en Chile y Canadá durante más de un año en los detalles de Corredor, pese a que el anuncio se realizó hace apenas un par de meses.
En cuanto al camino formal que seguirá este joint venture, lo que está establecido en el acuerdo entre ambas empresas es que se conformará una nueva empresa conjunta, cuya propiedad compartirán en partes iguales y que funcionará como una entidad independiente, con sus propios empleados y administración, con un esquema similar al de Antamina, en Perú, operación en la que Teck es accionista. Además habrá un directorio de seis miembros, tres de cada compañía, que liderarán de manera alternada, rotando anualmente.
Los próximos pasos son continuar con el relacionamiento comunitario, para lo cual se trabajará con la ONG especializada Casa de la Paz, e iniciar los estudios medio ambientales. Se estima que a mediados de 2016 pueda comenzar el estudio de Prefactibilidad, cuyo desarrollo se debería extender por unos diez meses, para luego avanzar –“dependiendo de sus resultados”- a un estudio de Factibilidad.
En lo técnico, los ejecutivos explican que el nuevo proyecto Corredor “tiene contemplado su propio diseño, aprovechando los aspectos positivos de ambos estudios anteriores y nuevos en todo lo que ingeniería defina” Por ahora, entonces, está contemplado que en el área correspondiente a El Morro habrá un chancado primario, instalaciones de mantenimiento mina y la correa transportadora de 44 kilómetros para transportar el mineral a un molino de línea única en el sitio del ex proyecto Relincho. Según detallan, el mencionado capital de USD 3.500 millones permite el inicio de las operaciones del yacimiento de Relincho, con cuyas utilidades correspondientes a los primeros tres años se podrá solventar en parte el desarrollo del yacimiento de El Morro y la correa transportadora.
“Las sinergias estarán presentes en cada detalle, pero si miramos en general, la principal ventaja apunta a reducir la infraestructura que requerirían ambos proyectos si funcionaran de manera independiente”, explican desde el proyecto. De esta manera, sólo habrá un puerto, una planta desalinizadora, una línea de transmisión, una concentradora, un puerto, lo que permitirá reducir la huella ambiental. También se considera la instalación de un solo relave, el que estará ubicado en la Quebrada de Algarrobal, en la zona de Relincho, respondiendo a las preocupaciones expresadas por las comunidades locales respecto de la anterior ubicación propuesta por El Morro.
“Nuestro enfoque hacia el futuro es establecer relaciones significativas con la comunidad”, señalan desde Teck y Goldcorp en este sentido. En los próximos meses, está previsto que el personal del proyecto se reúna con la comunidad y los pueblos indígenas para explicar el concepto de la iniciativa y comenzar a definir “en colaboración”, el “modelo de compromiso del proyecto”.