Chile
25 de Marzo de 2011.- Chile, y específicamente el desierto de Atacama, cuentan con la mayor radiación solar a nivel mundial, transformándose en el ambiente más propicio para la generación de electricidad a partir de la energía solar. Sin embargo, esta opción aún no ha sido explotada comercialmente. Esto, sumado al reciente terremoto y posterior tsunami vivido en Japón que desencadenó una crisis nuclear, hace propicia la ocasión para poner en discusión métodos alternativos de energía. “Ahora con mayor razón la energía solar debería ser considerada como una opción prioritaria en la matriz energética chilena”, advierte el académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Wilfredo Jiménez. Para el científico, es hora que el Estado chileno tome la decisión de apoyar e invertir en la creación de Centro Nacional de Energía Solar, así como hoy ya existe una Comisión Chilena de Energía Nuclear. De esta manera, aclara, se podría centralizar la información y tomar decisiones referidas a la utilización del sol como una alternativa viable, ya que el potencial de Chile en esta área es único en el mundo y está desaprovechado. Jiménez, explica que si bien el tema se ha discutido por más de tres décadas a nivel nacional, el avance en todo este tiempo ha sido escaso. El experto del Departamento de Gestión de la Construcción, explica que es factible instalar en el desierto nortino una planta solar térmica de alta potencia eléctrica, la que pese a sus altos costos iniciales de instalación, a la larga sería una alternativa mucho más barata, y lo que es más importante, sin efectos adversos para el medioambiente. Hoy existen en el mundo plantas solares que pueden producir hasta 20 MW de potencia, lo que alcanza para satisfacer las demandas energéticas de una ciudad mediana o para alimentar sin problemas una planta desalinizadora de agua de mar. Frente a este escenario el profesor Jiménez, quien cuenta con un doctorado en ciencias con especialización en energía solar de la Universidad de Perpignan, Francia, estima que es esencial invertir en la formación de profesionales altamente capacitados que puedan guiar y aprovechar el uso del sol como una alternativa realista y válida que pueda competir con la opción nuclear o los combustibles fósiles. Explica que lo ocurrido en Japón debe ser una señal de alerta que no debemos dejar pasar. “Un reactor atómico para un país sísmico como Chile debe ser la última opción o simplemente debe ser descartado”, enfatiza (Chañarcillo)..
Portal Minero