Bolivia
2 de Noviembre de 2010.- Un gigantesco manto blanco, que en el horizonte se confunde con el cielo azul del altiplano, cubre la inmensa riqueza del subsuelo. Por su extensión, de unos 10 mil kilómetros cuadrados, han transitado miles de personas sin saber que a unos cuantos metros de profundidad se encuentra el litio, la energía del futuro, con la que Bolivia proyecta contribuir al cambio de matriz energética mundial.
Ahí, en la claridad del salar, más de 120 personas —entre científicos y obreros bolivianos— emplazaron su morada. Dejaron a sus familias y desde hace dos años se empeñaron en cumplir el trabajo encomendado: hallar la fórmula para obtener el carbonato de litio, materia prima para la fabricación de baterías.
Ayudados por el Comité Científico de Investigación para la Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia, comenzaron su labor de forma artesanal, con unos taladros, ductos y bañadores de plástico, y algunos componentes químicos que permitieron diseñar el proceso para obtener el carbonato de litio.
Se inició con la perforación de pozos de entre 50 y 55 metros de profundidad para obtener la salmuera, un líquido negro que tiene olor a combustible, donde se encuentra el litio, potasio, sodio, magnesio, boro y sulfato.
El líquido se traslada a una primera piscina, donde se separa la salmuera de la sal común, con lo que empieza el proceso de evaporación. Luego, el líquido es bombeado a una segunda piscina, a una tercera y a una cuarta, donde se obtiene el producto enriquecido de litio, mucho más claro que la salmuera encontrada a metros de profundidad.
El producto resultante se transporta a la planta de industrialización ubicada en Llipi (Potosí), donde se mezcla con el carbonato de sodio y se obtiene el carbonato de litio, según explicó el director nacional de Recursos Evaporíticos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Alberto Echazú.
Según Guillermo Roelants Du Vier, secretario general del Comité Científico de Investigaciones para la Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia, la producción semiindustrial del carbonato de litio comenzará en marzo de 2011, mientras que la obtención del cloruro de potasio será mucho más inmediata, en diciembre de este año.
RECURSOSFASES
Para esta producción industrial, el Ejecutivo destinó 17 millones de dólares, a los que sumará 485 millones de dólares a partir de 2011. Ese año, el Tesoro General del Estado (TGE) desembolsará 120 millones de dólares, con la mirada puesta en la obtención de la materia prima para fabricar baterías.
Después de ello, el Gobierno nacional prevé la construcción de una planta de industrialización de baterías, para lo que el Estado boliviano tiene comprometida una inversión de 400 millones de dólares.
“Nosotros pondremos el dinero (para la planta), si viene un socio con dinero, bienvenido; pero ¿qué necesitamos del socio?, necesitamos del socio conocimientos científicos para producir la batería, porque nosotros ya tendremos la materia prima”, dijo el vicepresidente Álvaro García Linera durante su visita a la planta de industrialización de litio en el municipio de Colcha K, el 27 de octubre.
Mientras esto sucede, el país ya piensa en exportar tanto el carbonato de litio a países como Japón, China y Corea del Sur, como el cloruro de potasio a Brasil y Venezuela.
Según los cálculos de García Linera, “si se mantiene la demanda actual (del carbonato de litio) durante los próximos años, tenemos para producir (el producto) 5 mil años, y, por lo tanto, de dar al mundo la materia prima de un tipo de batería basada en un material que no es contaminante y que habla de una nueva matriz energética”.
“Tenemos la mayor reserva de litio, entonces deberíamos ser a corto plazo el productor dominante en el mercado mundial de carbonato de litio y de baterías de celulares, de grabadoras, de filmadoras y de movilidades que van a utilizar baterías recargables”, sostuvo García Linera.
El proyecto estatal demandará una inversión total de 902 millones de dólares en la planta piloto, el complejo industrial y una fábrica de baterías hasta 2014 y 2015.
Las ventas dejarán $us 1.463 millones por año a partir de 2017
De cumplirse las proyecciones del Estado boliviano, a partir de 2017 la venta de baterías de litio fabricadas en el país generará alrededor de 1.463 millones de dólares por año, lo que representa más del 70% de las exportaciones de minerales que se hace en la actualidad.
Así lo señala el informe de Industrialización de los Recursos Evaporíticos, que precisa que hasta entonces (2017), la planta industrial de baterías producirá seis tipos del producto, para lo cuaal se destinará una inversión aproximada de 400 millones de dólares, dinero que está comprometido plenamente por el Estado boliviano.
La planta producirá baterías de tipo botón (para relojes), cilíndricas, celdas, para celulares, computadoras portátiles y vehículos.
Para el desarrollo del proyecto de industrialización de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni, el Estado boliviano firmó acuerdos con Corea del Sur, Brasil e Irán, indica el informe, que destaca que los tres países “reconocen al Salar de Uyuni como la reserva de litio más grande del mundo; respetan y apoyan la decisión del Gobierno boliviano de llevar adelante un proyecto 100% estatal para la industrialización de sus recursos evaporíticos”. Además se considera a los tres países como los clientes estratégicos para las baterías de litio (HidrocarburosBolivia.com).
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