Chile
20 de Julio de 2011.- Con el objetivo de minimizar su impacto en el medioambiente, dando un uso eficiente a los desechos generados en sus procesos productivos, la empresa CAP Acero está llevando a cabo una iniciativa que busca incorporar mejoras a su Zona de Manejo de Residuos (Zomare), ubicada en el área sur de la Planta Huachipato, en la Octava Región.
Al lugar, que opera desde los inicios de la compañía, llegan residuos sólidos no peligrosos, algunos de los cuales tienen un uso posterior tanto a través del reciclaje como de la reutilización. El proyecto, recientemente aprobado, tiene como fin reordenar esa zona rodeada de lagunas y humedales con abundante flora y fauna acuáticas, y mejorar sustancialmente sus condiciones, reforzando su franja arbórea y el monitoreo de napas y aguas percoladas. Las mejoras corresponden, entre otras, a la impermeabilización basal en los sectores en los que se almacenarán los lodos de acería y a un programa de seguimiento de aguas subterráneas y superficiales.
“La iniciativa tiene una inversión de más de US$ 1 millón para el periodo 20112012 y se inserta en la política de la empresa de dar valor económico a los residuos que se producen con motivo de su operación siderúrgica”, explica Ernesto Escobar, gerente de Asuntos Corporativos de CAP. “De estos residuos, tal vez los más conocidos corresponden a las escorias de alto horno y finos de caliza, que sirven de materia prima para la fabricación de cemento, y a la chatarra de acero, reutilizada en la acería, a la que se suman unas 120.000 toneladas métricas por año compradas en el mercado nacional”, agrega el ejecutivo.
Otros desechos con valor económico son los que pueden aglomerarse y sintetizarse para ser utilizados como carga en altos hornos o acerías, como laminilla, lodos de acería y finos de mineral de hierro; además de aquellos usados como estabilizadores en obras viales o rellenos, como las escorias de acería y el polvillo de alto horno. “También existen algunos aptos para usos agrícolas y como combustibles, como coquecillo, aceites y grasas; productos químicos como el licor de capado, utilizado en el tratamiento de aguas; y refractarios, papeles y cartones que son reciclados por las empresas del rubro”, añade.
En la misma línea, CAP Acero ha implementado otras iniciativas para preservar el entorno. Una de ellas fue su Plan de Enverdecimiento, iniciado en 2005, que actualmente suma un total de 160 hectáreas de áreas verdes y 42 hectáreas de humedales, y que hoy son utilizadas para liberar, en una zona protegida, especies que han sido recuperadas y tratadas por heridas de distinta índole (DF).
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