Chile
De prosperar los cambios propuestos por la Comisión de Seguridad Laboral, tanto las compañías de seguros como las clínicas podrían entrar a competir con las tres mutuales en una industria que ha estado cerrada durante 50 años.
4 de Enero de 2011.- El derrumbe que dejó atrapados bajo 700 metros a los 33 mineros de Copiapó podría tener efectos impensados en la industria de las mutuales de seguridad, sistema que administra el seguro de accidentes y enfermedades laborales desde hace más de cincuenta años y que, en todo este tiempo, registra muy pocas modificaciones.
La Comisión Presidencial de Seguridad Laboral que surgió tras el accidente de la mina San José propuso tres cambios que, en la práctica, implicarían alterar drásticamente el sistema de mutuales tal como se conoce hasta hoy y abriría la competencia en una industria que mueve el orden de US$ 650 millones.
En términos generales, los comisionados plantearon al Gobierno abrir la industria para que cualquier aseguradora privada pueda administrar este seguro, eliminar la condición de tener al menos 20 mil trabajadores para constituir una nueva mutual y permitir que los empleadores puedan comprar los servicios de prevención de riesgos a cualquier empresa especializada y no necesariamente a una de las tres mutuales.
De materializarse estas medidas, el Gobierno estaría cumpliendo con una de las aspiraciones históricas de las clínicas privadas, que desde hace décadas vienen reclamando contra lo que consideran una competencia injusta por parte de las mutuales.
Además, como estas entidades tienen infraestructura excedentaria reflexionan en las clínicas incursionan en la salud privada y venden servicios a costo marginal.
Desde que se dieron a conocer las propuestas de la Comisión se encendieron las alarmas en el sistema. Tanto, que el miércoles de la semana pasada se reunieron los directivos de las tres mutuales con la ministra del Trabajo, Camila Merino, para hacerle ver los inconvenientes de una transformación como la que se está planteando y le advirtieron sobre el fracaso que implicó instaurar un modelo abierto en otros mercados de la región.
Proyecto en mayo
En el Gobierno saben que el corazón de la reforma a la seguridad laboral serán los cambios que se introduzcan a las mutuales, no sólo por las complejidades que implica modificar un sistema que logró reducir las tasas de accidentabilidad a mínimos de 5,3% al año entre las más bajas del mundo, sino también por los intereses económicos que están en juego.
El sistema de mutuales genera excedentes anuales del orden de $25 mil millones, lo que les permitió consolidar una infraestructura ociosa importante y, a partir de eso, vender servicios clínicos a privados.
Como las mutuales no tienen la obligación de generar utilidades, compiten con las clínicas vendiendo prestaciones a costo marginal y eso atenta contra la libre competencia, dice la gerente general de Clínicas de Chile, Ana María Albornoz.
"Ellos van casi a costo, por eso siempre hemos estado dispuestos a que se abra esta actividad a otros actores que puedan ofrecer el seguro", afirma.
El presidente de Empresas Masvida, Claudio Santander, agrega que el modelo actual es caro, regresivo, no competitivo e induce a los empleadores a no enviar a sus trabajadores accidentados a las mutuales, para que no les suban las primas.
Además, "hoy las mutuales tienen una administración gigantesca, versallesca, poco eficiente y no compiten. El hecho que sean empresas sin fines de lucro no es ninguna garantía de que sean eficientes, al revés, pareciera que las administraciones se caracterizan por ser enormes pirámides bien pagadas", dice.
El presidente de la Mutual de Cámara Chilena de la Construcción, Gustavo Vicuña, en cambio, advierte que con una la lógica exclusivamente económica se podría terminar en una concentración de prestadores solamente donde exista un número de potenciales atenciones que hagan viable ese negocio, en desmedro de las localidades más apartadas.
"La renovación de infraestructura, equipamiento, tecnologías y demás inversiones necesarias para tener actualizados los servicios o desarrollar productos o investigación aplicada, requiere de la generación de excedentes", retruca.
''La renovación de la infraestructura necesaria para tener actualizados los servicios requiere de la generación de excedentes".
GUSTAVO VICUÑA
PRESIDENTE MUTUAL CCHC
''Ellos van casi a costo, por eso siempre hemos estado dispuestos a que se abra esta actividad a otros actores que ofrezcan el seguro".
ANA MARÍA ALBORNOZ
GERENTE CLÍNICAS DE CHILE
''Las mutuales tienen una administración 'versallesca'. El hecho de que sean sin fines de lucro no es garantía de que sean eficientes".
CLAUDIO SANTANDER
PRESIDENTE EMPRESAS MASVIDA
Un millón de nuevos afiliados
Las mutuales atienden del orden de 3,5 millones de trabajadores, mientras que el Estado se hace cargo de un millón, principalmente trabajadoras del servicio doméstico, independientes y empleados de pequeñas empresas que no son aceptados en el sistema privado.
Esto se debe a que el costo administrativo de afiliar a los empleados de pymes es más alto y, sobre todo, a que la accidentabilidad generalmente es mayor. A ojos de los comisionados, el Gobierno debería dejar de otorgar el seguro y dejar como única alternativa a los empleadores afiliarse a una mutual, sin que éstas puedan discriminar en la afiliación.
Detrás de esta propuesta subyace la idea de desatorar la red de atención pública sobre todo urgencias, que es la que recibe a la mayoría de los trabajadores afiliados al Instituto de Seguridad Laboral del Estado.
Para las clínicas, esta es una de las propuestas más atractivas. En la práctica, no están particularmente interesadas en atender accidentes laborales, pero sí están convencidas de que si el Estado obliga a las mutuales a hacerse cargo de ese millón de trabajadores, ya no tendrán infraestructura ociosa para vender servicios a terceros y competir en el segmento que consideran propio (Emol).
Portal Minero